viernes, 29 de enero de 2021
El pasado Jueves 19 de Noviembre de 2020, en un día calificado como “histórico” en México, los senadores aprobaron con 81 votos a favor, 18 en contra y 7 abstenciones la iniciativa para ser legalizado el uso de la marihuana en México para uso recreativo, científico, médico e industrial lo cual representa una oportunidad para su producción y exportación al mercado más grande de cannabis del mundo, en un momento en el que nuestro país se encuentra en una grave crisis de seguridad, económica y de salud. Esta iniciativa será debatida este año para su aprobación definitiva por parte de los diputados, tras posponerse el debate a finales de año pasado.
Esta iniciativa estipula que sólo las personas mayores de 18 años podrán producir, portar y consumir marihuana y sus derivados. Además, se permitirá según esta ley la posesión a particulares menos de 28 gramos. Una posesión de 28 a 100 gr. implicaría sanciones administrativas y cárcel por posesiones arriba de 200 gr. Pero queda prohibido el consumo de cannabis psicoactivo en áreas de trabajo públicas o privadas según lo acordado en la cámara baja.
Esta ley incluye la creación del Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis, como oficina gubernamental, que dependerá de la Secretaría de Salud.
La legalización del uso de la marihuana ha sido un tema polémico en el país. Inició desde hace algunos años argumentando inicialmente el uso medicinal aunque el documento propuesto también incluye su uso para “fines recreativos o lúdicos”, que es completamente diferente a la propuesta inicial.
La despenalización de la posesión individual, de su producción y consumo implican nuevas reglas hacia toda la cadena de suministro, lo cual dicho por expertos en finanzas es más bien la pieza que faltaba para el acceso al sistema fiscal y financiero de Norteamérica al obtenerse ahora la posibilidad de ingresar legalmente al sistema bancario y bursátil de los Estados Unidos y Canada a través de las compañías que se dedican a distribuir o vender estos productos y sus derivados a los grandes corporativos que han reportaron en su conjunto utilidades a la fecha de más de US$ 2.5 billones de dólares (Cannabis Industry Report 2018-2020).
La regulación de la mariguana podría fortalecer la economía del país luego de la pandemia, puesto que dicha industria podría desarrollar cadenas productivas y empleos indirectos. Se creará toda una nueva industria de suministro de insumos para su producción, servicios legales, financieros, de consultoría, logística, etc. La recaudación fiscal potencial parece ser una motivación importante para el gobierno mexicano. De acuerdo con medios locales de Estados Unidos, sólo el estado de California reunió más de 1,000 millones de dólares en impuestos por la producción y venta del cannabis, ya que se legalizó desde enero de 2018.
Un aspecto importante será el control sobre la superficie y volúmenes de producción para poder mantener un nivel consistente de precios.
México cuenta con condiciones privilegiadas para la producción de cannabis (planta) y mariguana (producto derivado de la planta de cannabis) por la cantidad de sol que reciben sus principales zonas de producción agrícola, la disponibilidad de agua y porque cuenta con la tecnología necesaria para lograr altos rendimientos y calidad del cultivo, lo que nos podría convertir en un exportador de bajo costo por nuestras ventajas comparativas sobretodo en el costo de la mano de obra, ahora que en Estados Unidos se plantean establecer el salario mínimo en US$15 por hora. En estados productores como California y Oregón cuesta producir entre seis y siete dólares un gramo, cuando aquí cuesta 10 centavos. Empresarios de Estados Unidos, Canada, Israel, y Colombia ya tienen el ojo puesto en México para transladar su producción.
En el mediano plazo esta industria se podría incluir en tratados comerciales internacionales, como el T-MEC, puesto que varias empresas extranjeras estarían interesadas en producir en México sólo por su ubicación geográfica.
La Secretaría de Salud (Ssa) publicó el reglamento para la producción, investigación y uso medicinal del cannabis, mientras se prevé que el Congreso debata este año una ley para despenalizar el uso total de la planta.
La nueva regulación, firmada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y publicada en el Diario Oficial de la Federación, permitirá a las empresas farmacéuticas comenzar a realizar investigaciones médicas sobre productos de cannabis.
Entre otros fines, el reglamento estipula la “fabricación de derivados farmacológicos y medicamentos, y médicos para la realización de diagnósticos, preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y cuidados paliativos”, según lo publicado.
Para la venta de medicamentos, se indica que sólo se hará con recetas que contendrán un código de barras y que sólo podrán ser emitidas por médicos autorizados.
Además, las farmacias también necesitarán un permiso para suministrar al público los medicamentos y deberán elaborar un registro de los pacientes.
De acuerdo con las normas, los establecimientos que comercien medicamentos de cannabis, deberán cumplir con las disposiciones jurídicas aplicables, y contar con:
Licencia sanitaria
Responsable sanitario
Libros de Control
Registro federal de contribuyentes
Permiso de adquisición en plaza, en términos del artículo 236 de la Ley General de Salud y 197 del Reglamento de Insumos para la Salud.
Asimismo, establece que sólo se autorizará la publicidad de medicamentos de cannabis que esté dirigida a profesionales de la salud, por lo que queda prohibido realizar promoción dirigida a la población en general.
Si se despenaliza completamente la mariguana, México podría convertirse en el productor y mercado de cannabis más grande del mundo, a pesar que la producción y tráfico ilegal de la planta ha descendido en los últimos meses.
Algunas estimaciones económicas advertían que el monopolio del sector público en este mercado no sería el adecuado, puesto que habrían grandes ineficacias y las cadenas de producción y sumunistro estarían mal diseñadas. Sin embargo, se espera que el gobierno funcione eficientemente como ente regulador especialmente en la generación de las Normas Oficiales Mexicanas
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