Bajan tarifas de transporte marítimo

Las tarifas de transporte marítimo siguen bajando. Los cuellos de botella que se generaron en los principales puertos del mundo después de la pandemia afectaron las cadenas de suministro y llevaron al incremento insostenible de los costos de transportación, provocando retrasos en toda la cadena mundial de suministro.

Pero ahora las tarifas por tonelada métrica para enviar granos o fertilizantes de o hacia los Estados Unidos han disminuido considerablemente. Ya se encuentran en sus niveles promedio previos a la pandemia. Por ejemplo, desde los puertos del noroeste del pacífico estadounidense a Japón, en noviembre de 2022 se ubicaron en US$35.38 por tonelada contra US$49.03 en 2021.

La tarifa por contenedor de 40 pies desde Asia a Estados Unidos o México llegaron a superar los US$20,000 en 2021, frente a US$2,000 antes de la pandemia. El precio de un contenedor desde los puertos en China a Lázaro Cárdenas, México, llegó a costar $14,000 dólares en 2021.

Asimismo, las tarifas de envío desde Centroamérica y Sudamérica a Estados Unidos se habían duplicado. Sudamérica es un proveedor importante de frutas y hortalizas para Norteamérica, y las opciones para el envío marítimo sin escalas se habían reducido. Las empresas navieras ofrecían mayores frecuencias y mejores precios haciendo escalas, pero con problemas de conexión y tiempos de tránsito.

La tendencia bajista de los fletes marítimos se puede ver en el Baltic Dry Index (BDI), que es un índice más amplio de precios para mercancías transportadas en buques Capemax, Panamax, Handymax y Handysize. Este índice indica cuántos dólares por día se requieren para contratar una de estas embarcaciones a través de varias rutas de envío.

El índice BDI se encuentra actualmente en US$1,300.00, sólo ligeramente por encima de su promedio previo a la pandemia, cuando alcanzó un máximo de US$5,526.00 en octubre del 2021. 

La lucha contra la inflación a nivel mundial a creado un escenario de recesión económica con mayores tasas de interés, que en combinación con el alto precio de los insumos, energía y la escasez de mano de obra siguen creando incertidumbre entre los agricultores, afectando sus márgenes. Aunque la cadenas de suministro se está desatorando, la agflaciónsigue afectado las intenciones de siembra de varios cultivos. En este escenario la productividad y la agricultura sostenible son la clave, tratando de producir más con menos.