México es líder productor de maíz blanco e importador de maíz amarillo

México es el segundo importador mundial de maíz, sólo superado por China, quien aumentó la estimación de sus importaciones de 7 millones a 25 millones de toneladas, principalmente para recuperar sus inventarios y poder reconstruir su industria porcina después de los estragos que enfrentó por la peste porcina africana.

México produce 27 millones de toneladas de maíz pero importa el 38% del maíz que consume. El año pasado México importó 15.8 millones de toneladas de maíz, de las cuales, el 96% fueron maíz amarillo, principalmente para consumo pecuario, lo que equivale a 15.2 millones de toneladas y el 4% restante, fue maíz blanco para abastecer la industria nacional, poco más de 600 mil toneladas, por $2,973 millones de dólares.

El 92% del maíz amarillo lo importamos de Estados Unidos, quien es el principal productor de maíz del mundo con el 32% de la oferta global y el 8% restante de Brasil, quien es el tercer productor mundial con el 10% de la producción global.

México consume alrededor de 43 millones de toneladas de maíz al año, entre maíz blanco y maíz amarillo, pero solamente producimos alrededor de 27 millones de toneladas, por lo que tenemos que importar el 38% de nuestras necesidades de consumo.

Haciendo un análisis comparativo con la última década, México ha aumentado las importaciones de maíz en un 103%, pero si el análisis lo referenciamos al año anterior, es decir, 2020 contra 2019, las importaciones de maíz sólo disminuyeron 2% (Cuadro 1).

Sin embargo, la importación de 1.3 millones de toneladas de maíz mensuales, si bien distorsionan los ya desordenados mercados regionales que tenemos, entre zonas productoras y zonas consumidoras, también es cierto, que sin las importaciones de maíz de Estados Unidos no se podría sostener la creciente industria nacional de la carne, nos restaría competitividad y por lo tanto, los precios de los productos y subproductos ganaderos se incrementarían en perjuicio de los 126 millones de mexicanos.

Las expectativas para el maíz han mejorado sustancialmente desde el año pasado. Debido a una mayor demanda se registran menores niveles de inventarios lo que ha disparado los precios (Ver Cuadro 2).

Para disminuir importaciones es necesario la adopción de semillas mejoradas, mejores paquetes tenológicos, asistencia técnica, y financiamiento oportuno, entre otros factores.