
miércoles, 10 de diciembre de 2025


El incremento en los precios de los insumos agrícolas continúa siendo uno de los principales desafíos para los productores en 2024–2025. Combustibles, semillas, agroquímicos y especialmente fertilizantes han mostrado aumentos sostenidos que afectan la rentabilidad de prácticamente todos los sistemas productivos. En muchos cultivos, los fertilizantes representan entre 50 % y 65 % del costo total de producción, por lo que incluso un ajuste menor tiene un impacto directo en las utilidades.
A pesar de que algunos fertilizantes tuvieron un periodo de estabilidad en 2023, las presiones globales energéticas, logísticas y geopolíticas provocaron que en 2024 y lo que va del 2025 los precios volvieran a elevarse. Esto obliga al sector agrícola a buscar no solo mejores estrategias de compra, sino también prácticas de uso eficiente que permitan reducir desperdicios, maximizar la absorción de nutrientes y aprovechar al máximo cada kilogramo aplicado.
Situación de los precios de fertilizantes en el mundo (2024–2025)
A nivel internacional, el precio de fertilizantes como la urea, el DAP, el MAP y el potasio ha mostrado un incremento significativo desde finales de 2023. Aunque la volatilidad sigue presente, la tendencia general es al alza debido a los siguientes factores:
Presión sobre el gas natural
La producción de urea y otros nitrogenados depende del gas natural. La inestabilidad de precios en Europa y Asia desde 2022 continúa afectando los costos de manufactura.
Restricciones de exportación
China, uno de los principales productores de urea y fosfatados, ha mantenido controles y límites de exportación para proteger su mercado interno.
Rusia, proveedor clave de nitrogenados y potasio, enfrenta sanciones y restricciones logísticas.
Estas limitaciones reducen la disponibilidad global y presionan precios al alza.
Demanda creciente en países líderes
Estados Unidos, India, Brasil y la Unión Europea han incrementado la superficie sembrada o el nivel de intensificación agrícola, aumentando significativamente el consumo de fertilizantes.
Cadenas logísticas aún en reacomodo
El transporte marítimo continúa encarecido respecto a la etapa pre-pandemia debido a congestión de puertos, cambios de rutas y costos de combustible..
México
Durante 2024, la producción nacional de agroquímicos y fertilizantes en México registró un crecimiento del 26.13 % con respecto al año anterior. Con ese aumento, la producción interna alcanzó aproximadamente 1.614 millones de toneladas.
Aun así y pese a los esfuerzos por reactivar la industria México sigue dependiendo en gran medida del exterior para cubrir su demanda nacional total de fertilizantes, que actualmente ronda entre 6 y 7 millones de toneladas al año.
De acuerdo con datos recientes del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), cerca de 65 % de los fertilizantes consumidos en México provienen del extranjero.
En 2024 las importaciones se estimaron en alrededor de 3.7 millones de toneladas, mientras que en 2023 rondaron las 4.2 millones.
Este contexto — de producción nacional insuficiente para cubrir la demanda total y alta dependencia de importaciones — tiene profundas implicaciones económicas para los productores agrícolas. El precio final del fertilizante no solo está determinado por las cotizaciones internacionales: también se ve afectado por los costos logísticos, aranceles, tipo de cambio, transporte interno y la fecha de compra. En consecuencia, la decisión respecto al proveedor, la calidad del insumo, el financiamiento y las condiciones de entrega resultan tan importantes como el precio por tonelada.
Por tanto, cada agricultor, cooperativa o asociación debe evaluar cuidadosamente sus opciones de compra. No basta con buscar el precio más bajo: conviene considerar la relación total costo-beneficio, que incluya posibilidad de abastecimiento oportuno, confiabilidad del proveedor, calidad del fertilizante, asesoría técnica y condiciones de pago.
Una vez superado el reto del costo y la compra, lo esencial — para proteger la rentabilidad — es sacarle el mayor rendimiento a cada kilogramo aplicado. Esto implica adoptar buenas prácticas agronómicas, planeación cuidadosa, uso responsable del recurso y un manejo eficiente. Solo así el fertilizante deja de ser un gasto oneroso y pasa a convertirse en una inversión estratégica para la productividad, la rentabilidad y la sustentabilidad del agro. para lo cual aquí se indican algunas consideraciones:
Acciones para hacer un uso más eficiente de los Fertilizantes
Realizar análisis de suelo de manera anual
El análisis de suelo sigue siendo la herramienta más precisa para determinar:
Disponibilidad real de nitrógeno, fósforo, potasio y materia orgánica. pH, conductividad eléctrica y posibles condiciones de acidez o salinidad. Necesidades específicas según el cultivo y la meta de rendimiento.
Para 2025, cada vez más productores integran análisis de suelo georreferenciados y muestreos compuestos por ambiente, lo cual reduce costos y permite recomendaciones más ajustadas.
Aplicar el principio de las 4C’s de la fertilización (4R)
Una fertilización eficiente se basa en los siguientes criterios:
Fuente correcta: elegir el fertilizante adecuado según el análisis de suelo, el cultivo y la etapa fenológica. Dosis correcta: aplicar lo necesario según demanda y no por costumbre.
Lugar correcto: colocar el fertilizante donde la planta realmente lo aprovechará (banda, fertirriego, microdosis, etc.).
Momento correcto: fraccionar las aplicaciones y ajustarlas a las etapas de mayor demanda del cultivo.
La adopción de las 4C’s permite reducir pérdidas por lixiviación, volatilización y fijación, aumentando la eficiencia entre 10% y 35%.
Incorporar socas y residuos de cosecha
La agricultura regenerativa ha cobrado fuerza en 2024–2025 y la incorporación de socas es una práctica clave porque: aporta materia orgánica y mejora la estructura del suelo, libera nutrientes como N, P, K, Ca y Mg durante su descomposición.
Reduce gradualmente la necesidad de fertilización química entre 8% y 20%.
Ejemplo:
Una hectárea de maíz con rendimiento de 14–15 t/ha puede generar 12–14 t/ha de soca, equivalente a más de 500 kg/ha de nutrientes devueltos al suelo.
Mantener y calibrar el equipo de aplicación
Un equipo mal calibrado puede provocar desviaciones del 15% al 40% en la dosis, mantener en buen estado fertilizadoras, esparcidoras, equipos de fertirriego y sembradoras garantiza:
Uniformidad en aplicación,
Menor desperdicio,
Mejor absorción por parte del cultivo,
La revisión debe hacerse antes de cada ciclo agrícola.
Incorporar biofertilizantes y microorganismos benéficos
En México, el uso de bioinsumos creció más del 30% entre 2021 y 2024.
Los microorganismos más utilizados son:
Bacillus subtilis
Azospirillum spp.
Pseudomonas fluorescens
Micorrizas arbusculares
Sus beneficios:
Fijan nitrógeno atmosférico,
Hacen más disponible el fósforo del suelo,
Estimulan el crecimiento radicula,r
Reducen necesidades de NPK entre 15% y 25%,
La inoculación de semilla o mezcla en banda es la práctica más efectiva.
Evitar el uso de mezclas comerciales genéricas
Cada lote tiene condiciones distintas. Las mezclas genéricas:
No consideran análisis de suelo,
Aumentan el costo por unidad efectiva del nutriente,
Generan nutrición desbalanceada Lo ideal es elaborar mezclas personalizadas basadas en análisis de suelo, historial de cultivo y meta de rendimiento.
Garantizar una aplicación uniformemente distribuida
Esto incluye dos aspectos:
Calibración del fertilizador: para que cada metro de surco reciba lo mismo.
Granulometría del fertilizante: evitar mezclas con partículas muy distintas que segregan durante el transporte o aplicación.
Una aplicación irregular puede reducir rendimientos hasta en 12% aun aplicando la misma dosis total.
Asegurar una población de plantas uniforme
La nutrición eficiente depende también de:
Buena distribución de semilla,
Profundidad constante,
Eliminación de dobles y fallas,
Una población irregular provoca competencia interna y mal aprovechamiento del fertilizante.
Realizar aplicaciones fraccionadas
Para nitrógeno, fósforo y potasio, lo más eficiente es dividir las aplicaciones en:
Pre-siembra / arranque,
Desarrollo vegetativo,
Etapa crítica del cultivo (dependiendo del cultivo),
Los micronutrientes sí deben aplicarse preferentemente previo a la siembra o junto con la primera aplicación.
Considerar fertilización foliar cuando la deficiencia es inmediata
Útil en casos de:
Estrés hídrico,
Deficiencia severa de micronutrientes,
Suelos fríos o compactados,
Bloqueos de nutrientes por pH.
La fertilización foliar no sustituye al suelo, pero corrige rápido problemas puntuales.
Contar con asesoría técnica especializada
Un técnico o agrónomo ayuda a:
Ajustar dosis en tiempo real,
Interpretar análisis de suelo,
Prevenir deficiencias,
Optimizar costos,
Integrar bioinsumos y nuevas tecnologías.
Para 2025, la asesoría digital y el monitoreo vía apps se han vuelto más comunes, sobre todo en maíz, caña y hortalizas..
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Marschner, P. (2012). Marschner’s Mineral Nutrition of Higher Plants (3rd ed.). Academic Press.
Obra base a nivel mundial sobre funciones, deficiencias y movilidad de nutrientes (N, P, K, Ca, Mg, S, Fe, Mn, Zn, B, Mo, etc.).
Havlin, J., Tisdale, S., Nelson, W., & Beaton, J. (2014). Soil Fertility and Fertilizers (8th ed.). Pearson.
Referencia clásica para fertilidad, suelos, requerimientos y manejo de nutrientes.
Fageria, N. K. (2009). The Use of Nutrients in Crop Plants. CRC Press.
Enfoque práctico en eficiencia de uso de nutrientes, diagnóstico y recomendaciones de fertilización.
Epstein, E., & Bloom, A. (2004). Mineral Nutrition of Plants: Principles and Perspectives (2nd ed.). Sinauer Associates.
Excelente para funciones fisiológicas de cada nutriente.
FAO (Food and Agriculture Organization). (2021). Plant Nutrition for Food Security: A Guide for Integrated Nutrient Management.
Guía técnica oficial para manejo integral de fertilización.
IPNI (International Plant Nutrition Institute). (2017). 4R Nutrient Stewardship Manual.
Buen sustento para manejo responsable de N, P, K y secundarios.
Fertilizantes